Por Antonio Lavado (Profesor de Teatro).
Ayer tuve la oportunidad de asistir a las Naves del Matadero de Madrid para ver la obra Feelgood. Una obra divertida, con buen ritmo, una
excelente interpretación y una dinámica puesta escena, donde el público ocupa
las tres paredes del escenario y cuyos actores controlan a la perfección las
reglas de posicionamiento; sobre todo el famoso "tres cuartos".
La obra cuenta las horas previas a la intervención del
Presidente del Gobierno ante el Congreso de su partido. La situación está
rodeada de acusaciones de censura a la libertad de expresión por parte de
miembros del partido y por protestas ciudadanas en las puertas del local donde
se celebra el Congreso. La trama toma un giro inesperado al descubrirse cierto
secreto que afecta al propio Presidente.
Feelgood es una obra que además de hacerte reír, te hace reflexionar;
donde la política y los medios de comunicación son todo "puro
teatro".
Al finalizar la función fue todo un orgullo reencontrarme, y
tomarme unos refrescos, con dos antiguos compañeros de clase con los que tuve
la suerte de estudiar Arte Dramático en Málaga, Fran Perea y Javier Márquez, protagonistas
de Feelgood y que hacen una esplendida interpretación. Además, ambos me
recordaron que hace unos días charlaron con una alumna de teatro del colegio
(por María Esquivias); que fue a ver dos veces la obra y me recomendó que no me
la perdiera. Gracias María.
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