Por Marta Muñoz Calvo (1º ESO C).
El teatro es una gran actividad y aunque se piense... “que rollo, tienes que estudiar”, “que rollo, tienes que memorizar”, eso no ocurre de esa forma. De momento, mi experiencia en las clases no es así, aunque tengas que aprenderte algo, es poco y muy divertido, puesto que se adapta a tu forma de ser, y puedes tener doble personalidad.
En las clases, nos lo pasamos muy bien y aunque yo lleve muy poco tiempo en teatro, me parece muy interesante. Hacemos ejercicios de vocalización y aunque parezca aburrido, es muy entretenido porque al hacer tantos sonidos parece que estas cantando y te puedes echar unas cuantas carcajadas. Después decimos trabalenguas y desde luego si que son complicados, se traba la lengua muchísimo. Pero lo mejor de todo son las improvisaciones, eso si que es chulo, puedes hacer desde abuelo hasta niño; desde una chica joven hasta de un gay, e incluso de pájaro... A veces puedes hacerlas en parejas, en trío o, incluso, todos juntos donde puedes hacer muchos amigos.
En cada clase aprendes a ser mejor actor. Yo, en concreto, tengo ganas de empezar a ensayar una obra porque además de enseñarte a actuar, representas obras por teatros y te pueden ver desde tus abuelos hasta tus amigos. Es una experiencia muy divertida y además entretenida con la que te ríes, lloras e incluso te enfadas, porque al subir al escenario te conviertes en una persona que se expone a todo tipo de situaciones. Espero que cada vez haya más gente a la que le guste el teatro, porque... ¡¡¡¡EL TEATRO MOLA!!!!!